II Encuentro entre los Pueblos Zapatistas y los Pueblos del Mundo

Mesa 5: Mujeres - La lucha de la mujer

Buenas tardes compañeros y compañeras de México y de otros países. Todos y todas los que están presentes en este II Encuentro, Caracol II, Zona Los Altos de Chiapas. Vamos a explicar un poco cómo vivimos las mujeres zapatistas como bases de apoyo.

Antes de entrar en la organización EZLN, lo que vivimos nosotras como mujeres indígenas era muy difícil. No somos tomadas en cuenta por ser mujer. Somos maltratadas, no hay respeto para nosotras. Nuestros maridos, nuestros papás y nuestros hermanos nos pegan. No nos dejan alzar nuestra voz, y más cuando se emborrachan los hombres. Así pasa en todas partes. Somos despreciadas. Nos ven diferentes porque somos mujeres. No valemos nada para los hombres, y todas las gentes ricos y los gobiernos, y sólo nos dicen que somos basura. Por eso, no hay quien nos defiende. No podemos decir nada. Porque los malos pensamientos de nuestros papás, abuelos y nuestros maridos es aguantar el sufrimiento y quedarnos calladas, porque somos mujeres. Así vivimos muchos años con el sufrimiento. Sentimos mucho que estamos olvidadas.

Los malos gobiernos tienen mal pensamiento, porque las mujeres nos dicen que no servimos nada, que sólo servimos para tener hijos, cuidar la casa, cuidar los animales, y nos dicen que no sabemos trabajar la tierra como los hombres. Pero no es cierto. Que nosotras las mujeres sí sabemos trabajar la tierra. Producimos y cosechamos el alimento para nuestros hijos. Los malos gobiernos no nos ayudan nada. Y en nuestras comunidades no hay dónde curarnos, no hay dónde comprar pastillas cuando enfermamos. Sólo usamos el curandero y sólo curamos con hierba y otras curaciones que saben nuestros abuelos y abuelas. También en nuestros pueblos, antes no habían escuelas donde aprender a leer y escribir. Muchas de nosotras no aprendemos nada. Nuestros papás, nuestros abuelos, tienen sus malos costumbres. Muchas mujeres se casan por la fuerza. No les preguntan si quieren o no quieren su marido. Lo que dice el papá y la mamá, la hija sólo obedece. No importa la edad. Nosotras las mujeres no nos permiten tener cargos. Porque nos dicen que no sabemos resolver problemas de las comunidades indígenas.

Cuando entramos en la organización nos explicaron que es cómo luchar. Porque hay sufrimiento. Nos dijeron si queremos entrar en la organización. Y así empezamos a luchar. Nosotras, como bases de apoyo, nos ayudamos un poco de dar tostadas, frijol, maíz, y un poco de dinero para ayudar a otros compañeros los que están en otros trabajos. Ayudamos a cuidar a nuestras comunidades para poder hacer los trabajos de la organización a los demás compañeros. Cuidamos la radiocomunicación para que no nos sepan los enemigos. Por eso es necesario nuestra ayuda como bases de apoyo.

Al inicio, somos muy poquitas las mujeres que hacemos el trabajo. Los compañeros responsables buscaron la forma para animar más compañeros y compañeras. Poco a poco entraron más compañeras y así ayudamos y podemos hacer más trabajos, y también nos dijeron que tenemos que juntarnos para hacer trabajos en común, para aprender a estar unidos y trabajar juntos. Así aprendemos a trabajar juntos con los hombres, mujeres. También nos dijeron que hay que estar unidos y organizados. Nos dijeron que un día vamos a declarar la guerra con los malos gobiernos, porque de buena manera nunca nos van a escuchar, porque ya estamos cansados y cansadas de tanta explotación, y si no luchamos, nos dejan morir de hambre, de enfermedades y de pobreza.

Nosotras como mujeres que somos, no estamos de acuerdo. Cuando declaramos la guerra el 1 de enero de 1994, nuestros maridos, hijos e hijas, se fueron a tomar las ciudades con nuestras milicanas, insurgentes. Nosotras como bases de apoyo, algunas fuimos con ellos y las otras quedamos cuidando la radiocomunicación en nuestras comunidades zapatistas. Cuando empezamos la guerra, el mal gobierno mandó todas las fuerzas represivas, sus aviones y helicópteros, para matarnos. Pero no nos pudo matar a todos y a todas. Algunas mujeres no tuvieron miedo. Pelearon con los soldados y ellas ganaron porque tienen la razón y es por defender a los pobres. Porque ya no queremos sufrimiento.

Mas nosotras como mujeres y nuestros hijos, los ricos y los malos gobiernos nos ven como animales. Cuando nos quiso matar de una vez el señor Zedillo, nosotras como mujeres zapatistas, miles de hombres, mujeres y niños salimos de nuestra casa para decir que no entran los soldados en nuestros pueblos. Porque los soldados son muy malos. Luego el mal gobierno empezó a regalar muchas cosas. Piensan que nos va a engañar y comprar nosotras como mujeres zapatistas. Pero nosotras no recibimos nada, porque sabemos que no es bueno. Sólo reciben las otras personas que no son de la organización zapatista.

Cuando se pone muy duro los ataques del mal gobierno, salimos para ir en la marcha, en los plantones, en los bloqueos y en las manifestaciones, para protestar las maldades de los gobiernos. Aunque sentimos muy duro, pero tenemos que aguantar, porque es necesario seguir adelante en nuestra lucha. Por eso, las mujeres seguimos y seguiremos luchando para avanzar en cada área de trabajo, como salud, educación, operadoras de la radicomunicación, cuidar la seguridad de nuestros pueblos, defender los pocos recursos naturales, por ellos vivimos y viviremos. Ya tenemos nuestra clínica en nuestros pueblos. Nosotras, como bases de apoyo, ayudamos las compañeras y compañeros promotores y promotoras para poder cumplir sus trabajos, porque nosotras necesitamos mucho sus ayudas de ellos y ellas. También ya tenemos escuelas en nuestros pueblos, que es de nosotras como zapatistas, donde estudian nuestros hijos e hijas. Nosotras vemos mejor porque aprenden muchas cosas nuestros niños, y cosas buenas. Porque ya tenemos compañeras promotoras de la escuela, y nosotras sólo ayudamos por sus necesidades.

Desde que llegó la semilla de nuestra organización, aprendimos muchas cosas que son nuestras. Porque antes no lo hemos visto. Nos llevan en las juntas y nos dan la plática para que no dejamos de luchar. Porque antes no nos dejan salir nuestros maridos, nos dicen que tenemos muchos trabajos en la casa, y nuestros trabajos es cuidar los niños, cuidar los animales y cuidar la casa. Nosotras no podemos caminar solas para cumplir los trabajos, porque hay miedo que nos violen en el camino.

Hay compañeros y compañeras que nos ven mal a nosotras cuando vamos a cumplir los trabajos de la organización. No nos ayudan, sólo nos meten miedos y tristeza. Pero nosotras no hacemos caso si nos burlan, hablen malos, porque sabemos que estamos en la lucha. No hacemos cosas malas y no dejaremos de luchar.

ompañeros y compañeras, gracias por escuchar nuestros breves palabras, y muchas gracias.


Regresar a Radio Zapatista / Return to Radio Zapatista